En otro apunte escribiré más despacio sobre por qué estoy metida en Second Life, y allí explicaré la historia, las razones, las posibilidades... (tiempo después de escribir esto añado que ya lo he hecho, al menos en parte: está en este apunte del blog).
Pero antes de todo eso, quisiera dejar claro que todo lo que yo pueda decir sobre por qué estoy en Second Life lo explica cien veces mejor una canción de Sabina. El que no entienda lo que quiero decir al leer o escuchar esta canción, difícilmente lo va a entender por más explicaciones que yo dé. Lo siento, pero es así.
Y es que yo estoy en Second Life porque... (si quieres escuchar la canción, pincha en este enlace)
No soy un fulano con la lágrima fácil de esos que se quejan sólo por vicio.
Si la vida se deja yo la meto mano; si no, aún me excita mi oficio.
Y como además sale gratis soñar y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas, a probarme otros nombres,
a colarme en el traje y la piel de todos los tipos que nunca seré.
Al Caponne en Chicago, legionario en Melilla, pintor en Montparnase,
mercader en Damasco, costalero en Sevilla, negro en Nueva Orleans.
Viejo verde en Sodoma, deportado en Siberia, sultán en un harén,
policía ni en broma, triunfador de la Feria, gitanito en Jerez.
Tahúr en Montecarlo, cigarrillo en tu boca, taxista en Nueva York,
el más chulo del barrio y tiro porque me toca, suspenso en religión.
Confesor de la reina, banderillero en Cádiz, tabernero en Dublín,
comunista en las Vegas, ahogado en el Titanic, flautista en Hammelin.
Pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo
la del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo,
el viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera
un par de tibias y una calavera.
Billarista a tres bandas, insumiso en el cielo, dueño de un cabaret,
arañazo en tu espalda, tenor en Rigoletto, pianista de un burdel.
Bongosero en La Habana, cazador en Venecia, anciano en Shangrila,
polizón en tu cama, vocalista de orquesta, mejor tiempo en Le Mans.
Cronista de sucesos, detective en apuros, conservado en alcohol,
violador en tu sueños, suicida en el viaducto, guapo en un culebrón.
Morfinómano en China, desertor en la guerra, boxeador en Detroit,
cazador en la India, marinero en Marsella, fotógrafo en Play-Boy.
Pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo
la del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo,
el viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera
un par de tibias y una calavera.
(Joaquín Sabina, "La del pirata cojo")
Si la vida se deja yo la meto mano; si no, aún me excita mi oficio.
Y como además sale gratis soñar y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas, a probarme otros nombres,
a colarme en el traje y la piel de todos los tipos que nunca seré.
Al Caponne en Chicago, legionario en Melilla, pintor en Montparnase,
mercader en Damasco, costalero en Sevilla, negro en Nueva Orleans.
Viejo verde en Sodoma, deportado en Siberia, sultán en un harén,
policía ni en broma, triunfador de la Feria, gitanito en Jerez.
Tahúr en Montecarlo, cigarrillo en tu boca, taxista en Nueva York,
el más chulo del barrio y tiro porque me toca, suspenso en religión.
Confesor de la reina, banderillero en Cádiz, tabernero en Dublín,
comunista en las Vegas, ahogado en el Titanic, flautista en Hammelin.
Pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo
la del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo,
el viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera
un par de tibias y una calavera.
Billarista a tres bandas, insumiso en el cielo, dueño de un cabaret,
arañazo en tu espalda, tenor en Rigoletto, pianista de un burdel.
Bongosero en La Habana, cazador en Venecia, anciano en Shangrila,
polizón en tu cama, vocalista de orquesta, mejor tiempo en Le Mans.
Cronista de sucesos, detective en apuros, conservado en alcohol,
violador en tu sueños, suicida en el viaducto, guapo en un culebrón.
Morfinómano en China, desertor en la guerra, boxeador en Detroit,
cazador en la India, marinero en Marsella, fotógrafo en Play-Boy.
Pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo
la del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo,
el viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera
un par de tibias y una calavera.
(Joaquín Sabina, "La del pirata cojo")
2 comentarios:
Aquí otro fan de Sabina.
Genial la canción y genial cómo la has usado para explicar por qué estás aquí!!
Un saludo y suerte en esta nueva experiencia (aunque llegue tarde y ya estés con el viento a favor ;) )
Lo mismo Jocgart, da gusto encontrar gente qué entienda por qué esa canción tiene tanto que ver con SL :)
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